I AM AT TWO WITH NATURE

lunes, 24 de octubre de 2011

Fumador I: ausente.

Tan ausente que en sus ojos no quedaban rastros de expresión. No tenía un pasado ni un futuro. Sentado ahi sin pensar, sin percibir su alrededor. Tal era su falta de expresión que a primera vista parecía que su motivación nunca se había dignado en aparecer. Fumaba con desgano, como si ni siquiera eso le generara satisfacción. Hacía pequeños aros de humo y los rompía con otra bocanada. Los miraba irse, desvanecerse. Seguía ausente, con una pesadumbre que de a ratos le hacía caer los párpados, pero sin sentir sueño. Estaba cansado pero, ¿de qué? La monotonía no lo afectaba, la vida en la ciudad no lo atraía. Como si su imaginación fuera de color azul, un azul oscuro, color noche. No negro, no. No estaba muerto por mas que esa impresión diera. La muerte tampoco lo tentaba, solo era parte de un devenir que lo esperara o no iba a llegar igual. Su mente trabajaba con desgano, sin buscar resultados a problemas inexistentes. Parecían sus ideas un montón de engranajes gastados que giraban autómatas, como si su única motivación fuera la de dar vueltas una y otra vez. Pero en ese momento, rotundo e impredecible, lo asalta la sorpresa. Sus engranajes giraron fuertes, furiosos, buscando algo sin saber que buscar. Notó, poseído por el miedo, que su cuerpo se volvía humo. Sus pies ya no estaban. Sus manos comenzaron a desvanecerse y dejaron caer el cigarrillo que, al no tener ya sus piernas, choca sin ruido contra el suelo. No sabía que hacer, pero... ¿Si ese era su propósito? Se inhaló a si mismo con sus labios a medio desaparecer y se sopló con forma de aros de humo que algún techo habría interceptado, pues cuando quiso inhalar nuevamente para romperlos sus labios se esfumaron.




Datos personales

Seguidores